Tranquila, todo irá mejor.

Hoy os quiero contar algo personal que he aprendido éste año. Podría contaros todo en tercera persona como si no conociera a la protagonista pero, ¿a quién quiero engañar?



A todos nos ha pasado. Todos hemos puesto toda nuestra confianza en alguien que ha demostrado no merecerla. Y sí, en el momento que te das cuenta parece que el mundo se acaba y duele, duele mucho. Todos esos planes de futuro que tenías desaparecen y sólo queda miedo. Pero tranquila, todo estará bien. Durante un tiempo no querrás ver a nadie, te van a molestar todos los consejos que te den. Oirás mil veces eso de "mejor ahora""no merece la pena", "es lo mejor"... Y pensarás que ellos no saben de lo que hablan. Es normal que durante un tiempo no quieras hablar del tema, todo te recordará a esa persona. Saldrás a la calle y cualquier detalle te traerá recuerdos; olores, una canción, una risa... Te prometo que es normal.


Pero un día te levantas con una sonrisa, ya no duele tanto. Te apetece salir, unas risas con los amigos de siempre, y te das cuenta de que tenían razón: no merece la pena. Te aseguro que ese día llega, y cosas mucho mejores de las que habías imaginado. Entonces te das cuenta de que ser feliz no depende de nadie más que de ti.


Es normal que ahora estés triste y nadie te puede prometer que no volverá a pasar. Pero tranquila, por muchas nubes que haya en el cielo, detrás siempre está el sol.


A mi también me pasó


Nunca olvides que eres capaz de TODO, porque mereces TODO. Saldrás a la calle, y verás que ahora brilla el sol donde antes todo era oscuro y triste.









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